Hoy en día, la compra de un producto o servicio ha generado una relación de estatus, más no de necesidad, entre el consumidor y la marca.

¿Los productos valen más por su precio o por el valor de la marca? Es una pregunta muy común en estos días, porque al final, la sociedad termina comprando más por el renombre de la marca que por la necesidad o precio del producto.
El valor de utilidad que ofrece cada marca
Si bien es cierto, la decisión de compra está determinada por la necesidad implícita que tenemos las personas de adquirir cierto producto o servicio, la acción está determinada por la medida de valor de utilidad que nos ofrecen las diferentes marcas en el mercado.
En la gran competencia que existe en el mercado, en las diferentes categorías de productos, nosotros los compradores generamos una posición en cuanto a la decisión de compra, donde se suma el valor emocional a su producto y esto se termina vislumbrando como un valor diferencial frente a los consumidores.

Creación de valor, una cereza en el pastel
Para esta nueva era, los productos o servicios, representan una utilidad que le suman valor y significado, por ejemplo, un celular de alta gama, brinda estatus, unos tenis de cierta marca, brinda estilo de vida y un café de determinada tienda, brinda distinción. Es por esto, que las marcas se deben consolidar a ese valor de utilidad que sus consumidores reciben adicional al producto, destacando que las marcas se esfuerzan un poco más y humanizan sus valores diferenciales, construyendo comunidades reales y compradores en el que cada persona decida, si de cara a su propuesta se suman o no a su comunidad.
Autor: Maria Fernanda Rincón López, Master en Marketing y Digital Business