Desde hace varias décadas, manejamos la forma de trabajo en la que el colaborador se debe desplazar hasta un sitio designado por el empleador para el desarrollo de sus actividades. Ahora bien, existen otras formas como lo es el teletrabajo, ésta es una modalidad de trabajo que, tal como lo expone el Ministerio TIC, consiste en desempeñar actividades a cambio de una remuneración o la prestación de servicios a terceros teniendo como soporte las tecnologías de la información y la comunicación.
El teletrabajo en Colombia está regulado bajo la Ley 1221 de 2008 y el decreto 884 del 2012 que la reglamenta, sin embargo, se hizo popular a raíz de la pandemia por el virus COVID 19 cuando muchas empresas se vieron obligadas a cambiar las dinámicas laborales. Como consecuencia de eso, se empezaron a exponer con mayor frecuencia las ventajas del teletrabajo, las cuales contribuyen a la transformación digital, reduce los costos fijos de las empresas, aumenta la productividad, mejora la calidad de vida de los trabajadores, aporta a la inclusión social, aporta a mejorar la movilidad en las ciudades, reduce la contaminación y sobre todo impulsa en la apropiación de las nuevas tecnologías, entre otras.
Lo cierto es que, esta modalidad ha arrasado en cifras: antes de la pandemia, específicamente en el año 2018, Colombia ya tenía más de 122 mil teletrabajadores y para el 2020 la cuenta aumentó a 209 mil. En Bogotá, la capital de Colombia, la mayoría de teletrabajadores están ubicados en las localidades de Suba, Engativá, Kennedy, Teusaquillo y Fontibón. Adicionalmente, las mujeres ocupan un porcentaje mayor en la modalidad de teletrabajo con un 69% en comparación con el 31% que corresponde a los hombres y, en términos generales, el 78% de los teletrabajadores afirmaron que su calidad de vida ha mejorado.
El panorama es distinto desde el punto de vista de algunos empleadores ya que el 43% asegura que, con el teletrabajo, los resultados de sus empleados o colaboradores ha mejorado y el 47% señala que el rendimiento se mantiene igual.
En definitiva, el teletrabajo se posiciona como uno de los protagonistas actuales en el ámbito laboral y no se puede desconocer que contribuye a la inmersión en las nuevas dinámicas que el mundo globalizado y tecnológico exige con mayor frecuencia.